
La Sinastría entre Cartas es el cruce o comparación entre dos o más Cartas Natales. Los cruces que se realizan más frecuentemente son entre padres e hijos, entre los integrantes de una pareja o entre socios.
En esta ocasión me gustaría contarles sobre la Sinastría de Padres e Hijos, que es una de las que más me apasionan, porque permite desde una edad muy temprana aportarles a nuestros hijos una calidad de crecimiento que será fundante de futuras relaciones vinculares adultas.
Conocernos a través de nuestra propia Carta Natal es el primer paso para avanzar en este trabajo, luego conocer la pauta energética de nuestros hijos para finalmente conocer qué es aquello que debemos proporcionarles y qué debemos aprender.
Conocer la pauta energética de nuestros hijos es fundamental para permitir y ayudar la manifestación de ese ser en su expresión única y particular. Cuanto más temprano la conocemos, más herramientas tenemos para ayudarlos a transitar su propio camino.
Ahora bien, al mismo tiempo en el que se va desarrollando esto, ellos nos enfrentan con aspectos nuestros que sólo se expresan en esa relación y no en otra.
Cada hijo está especialmente vinculado con lo que cada uno de nosotros tenemos que desarrollar, los aspectos de esta relación implican un profundo significado que es transformador de nuestra propia vida y de la de ellos.
Entrar en cada relación, implica entrar cada vez más en uno mismo, a veces es doloroso, pero siempre es maravilloso y valiente; es ahí con el otro donde somos realmente. Traer a la conciencia y tratar de entender estas relaciones, es el mejor regalo que nos podemos hacer y que podemos hacerles a nuestros hijos.
La sinastría a través del cruce de energías planetarias nos revela la química de cada relación, ayudando a entender su significado, arrojando luz en los puntos en los que se hallan los aprendizajes críticos y proponiendo caminos integradores.
Ser desde lo que uno es, ayudar desde lo que el otro es.